..::De todos los días::..: Nueva categoría de hombres...

Nuestra manía por inventar palabras nos ha llevado, en los últimos tiempos, a crear estas categorías para alinear a los hombres.

Metrosexuales: se caracterizaba por su extremada atención en la apariencia física. Sus máximos exponentes fueron David Beckham, Brad Pitt y Ricky Martín. Lindos, eh?

Retrosexual: típico macho con encanto animal y cara de castigador. Nunca entendí bien eso de "cara de castigador"...pero bueh...los que se destacaron ahí fueron Benicio del Toro, Sean Penn, Javier Bardem y Rusell Crowe. Me gustan todos.

Ubersexuales: seguro de sí mismo, líder por naturaleza, elegante, carismático, caballero y muy apasionado. Entre sus filas se encuentran George Clooney, Bono, Bill Clinton, Arnold Schwarzenegger, y Guy Ritchie. Clooney es mi favorito.

Para cuando una categoría donde ubicar a lindos, inteligentes, que no tienen cara de pegadores, más bien cara de sensibles, que han leído a Borges, que lo han entendido, con lindo acento, de rulitos, algo chuecos y lindos ojos? Eh? Eh? Para cuando una categoría donde entre perfectamente Daniel Kuzniecka? Y Tom Hanks también...por si alguien insiste.

Para demostrar que en la oficina también nos ocupamos de estas cosas, el Viernes nos ocupamos de clasificar a los hombres de acuerdo a lo que piden en un bar.

Café: muchacho simple, no intenta sobresalir de entre el montón.
Cortado: reprimido, no dice lo que quiere, falso.
Lágrima: piiip...acá hubo censura...
Café vienés: snob.
Capuccino a la italiana: medio tarado.
Té con limón: no tiene clasificación dentro del universo masculino.
Chocolate: infantil.

Juguemos. Vaya al bar y fíjese qué pide su acompañante. Después me cuenta si es verdad o no.

María, ordenando la caja de tés de frutas...espero que sólo los pidan mis amigas...para los amigos tengo café de Colombia y de Venezuela...vengan, vengan, están todos invitados.

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Cuando la tarde languidece, renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
esa triste canción de amor de la vieja molienda
en el letargo de la noche parece decir.

Una pena de amor, una tristeza
lleva el zambo Manuel en su amargura
pasa incansable la noche moliendo café.