Contemos las estrellas...

Recordando mi infancia pueblerida, quise repetir una de las actividades propias del atardecer: mirar el cielo. Para algunos puede resultar aburrido...para mí no. Mirar cada destello de luz, adivinar una estrella, imaginar que lo que para mi es un punto quizás para otro sea un sol, confiando en que si miro mucho y bien, quizás encuentre a otra persona haciendo lo mismo que yo, del otro lado de éste, mi mundo.

Lejos de ser monótono, el firmamento nos ofrece cambios casi constantes. Si pensamos que esa luz que está llegando en este momento partió hace 100 (cien) años luz, y que lo que llamamos "estrella fugaz" quizás sea el fin de un sistema planetario, no buscaría con ansias esa caída. Pero no puedo razonar todo el tiempo, por momentos me dejo llevar y busco la que será capaz de cumplir mis deseos.

Mirando estaba la "nada", cuando vi la luz que se movía. No alcancé a pensar en ningún pedido...sólo me dediqué a ser silente espectadora. Sin ser ducha en esto de estrellas que se caen, me pareció rara su manera...iba lentamente. Será que otra vez confundí un astro celeste con la simple luz de un avión? Nuevamente el mismo error? Nooo...ninguna posibilidad. Y no era un avión, pero tampoco una estrella fugaz. Era un cometa. Si, si, ví el cometa...o mejor dicho la cola del cometa. Y yo sin el telescopio a mano. Mañana lo armo y subo a eso de las 20.00...dicen que volverá a pasar. Cumplirá el horario o tomará la costumbre de los colectivos de la línea 155?

María, cometeando...
P/D. La gente es mala y comenta...se dice por ahí que la novia de Sergio Denis, ya no es más la novia de Sergio Denis...parece que ahora es la novia de un compañerito de programa...uno que le hizo compañía anoche...mmm...será? Tapa de diarios, seguro...


Un pescador encontró entre sus redes una botella de cobre con el tapón de plomo. Parecía muy antigua. Al abrirla salió de repente un genio maravilloso que una vez liberado le dijo al pescador:

-Te concedo tres deseos por haberme sacado de mi encierro. ¿Cuál es tu primer deseo?

-Me gustaría que me hicieras lo bastante inteligente y claro como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos -dijo el pescador.

-Hecho -dijo el genio-, y ahora, ¿cuáles son tus otros dos deseos?

El pescador reflexionó un momento y dijo:

-Muchas gracias, no tengo más deseos.


powered by ODEO

Escuchar Música
Escuchar Música
Música
Música