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sábado, diciembre 25, 2010

Continuidad de la Navidad 

De los acontecimientos festejables, lejos, el que más detesto sigue siendo la Navidad.

Se que en algún momento terminará...pero mientras haya niños en la familia...seguirá siendo motivo de reunión.

Como cada año, la reunión es de tipo familiar...con bajas e incorporaciones al núcleo...y cambio de roles que demuestran crecimiento. Y si...todos crecen...menos yo y ustedes que estamos igual que siempre...los chicos y los demás...crecen.

Esta navidad fue la primera de Alma, llamada así porque su madrina vio una novela donde la heroína llevaba ese nombre. Hace un tiempo acompañamos a esa ahora madrina a esperar a Papá Noel en los fondos de la casa, luego ella acompañó a mi Tutu...hasta el año pasada ambas indicando a Mily, Dylan y Agustina por donde mirar y este año Dylan mirando por la ventana para ver si alguien se acercaba al árbol sin que él se diera cuenta y Lola que aseguraba haber visto al barbado pasar entre 2 estrellas.

Y esos no fueron los únicos cambios, preparé la comida cortada en trocitos para Lola, acomodé el plato entre ambas para empezar a darle de a bocaditos cuando muy seria me pidió el tenedor mientras decía 'yo como sola'.

No preciso almanaques para comprobar el paso del tiempo, afortunadamente estos pequeños cambios atestiguan mejor la vida.

Lo que no cambia es la intensidad de los abrazos que nos damos pasadas las 12.00...o pasadas las 12.30...o cuando nos acordamos y empezamos a saludarnos. Esos son siempre iguales, cargados de buenos deseos, acompañados de sonrisas, con ganas de que sean interminables.

Volviendo dejamos a mi Tutu en unos bares de la calle Directorio donde se junta con los chicos hasta las 6.00 am y el resto a descansar...fueron un par de horas...pero créanme que fueron cansadoras.

María, intuyendo que la explosión demográfica familiar garantizará unas cuantas navidades...

sábado, diciembre 18, 2010

Mina, che cosa sei?! 

El corte de la avenida 9 de Julio para permitir que funcione un circuito automovilístico y el propio en la avenida Corrientes por la noche de las librerías, me dieron tiempo para pensar, recordar y disfrutar nuevamente el espectáculo que había terminado de ver: Mina, che cosa sei?!.

Lo había visto hacía como 4 ó 5 años...a media sala. Esta vez la sala estaba llena y todos coincidimos en ovacionar el final.

Mientras esquivaba los vendedores de empandas y pan casero relleno, los livings literarios y los juegos de kermese infaltables en una jornada cultural, buscaba adjetivos para expresar mi opinión.

Intentaba no caer en la reiteración. Pensé en genial, buenísimo, excelente, increíble...hasta que pensé en el nombre de la protagonista: Elena Roger. Y ahí me di cuenta que es fácil describir todo.

Elena protagonizó la obra...cantando, bailando y actuando durante casi 2 horas. Y todo estuvo excelente, extraordinario y genial...es decir...fue Elena sobre un escenario. Eso lo define todo.
Cabello rojizo como aquellas primeras veces, Diego Reinhold brillante compañero, Javier Lopez del Carril haciendo vibrar el ambiente como a sus cuerdas, todos los detalles con perfección inglesa...eso es Elena.

Escuché 'Il migliori anni della nostra vita' que me vino al pelo porque sin dudas éste fue el mejor año de mi vida...al igual que el anterior...y que el anterior a ese.

Las comparaciones suelen ser odiosas...por eso desde hace mucho dejé de compararla. Simplemente disfruto de su arte, veo sus obras tantas veces como puedo, hice un pequeño desvío de 4000 kilómetros en unas vacaciones simplemente para aplaudirla una noche y voy a tramitar la visa para poder entrar a USA solamente para poder asistir a Evita.

Quien crea que exagero, cierre los ojos y escuche la canción que aparece más abajo.

María, feliz!!!!

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viernes, diciembre 03, 2010

Chicago 

Esta vez me tocó disfrutar Chicago en Baires.

Recuerdo que el año pasado escribí que había encontrado a la mejor Velma en Londres. En un rato re-escribo el post. La mejor Velma estuvo HOY sobre el escenario del Lola Membrives. Se llama Melania Lenoir...se para sobre el escenario, abre la boca, suelta una notas y se apodera de la sala.

Por un momento vi a Gerardo Gardelín y sentí que retrocedí una década...pero no...versión 2010 que, para mi gusto, supera la del 2001.

Cociuffo y Lenoir componen a Roxi y Velma con toques absolutamente personales...no son copias de las de las versiones anteriores ni importadas.

Toda la puesta parece un coro...un engranaje perfectamente aceitado que se mueve para lograr que pasemos una noche inolvidable.

Sigo escuchando la melodía y mi pie no puede dejar de moverse al compás.

Seguramente voy a volver...no es mi musical favorito...pero está para verlo otra vez.

María, voy a volver...voy a volver!!!

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