ppo p

jueves, septiembre 27, 2007

Siempre la misma historia 

Limpiando los mensajes enviados desde mi celular, me di cuenta que muchas respuestas fueron "bien, con sueño". Seguramente alguien me preguntaba como estaba y eso contestaba.

Es posible que alguien tenga sueño casi todas las mañanas? Los días que trasnocho...vaya y pase. Después de un happy hour no puedo pedir mucho...pero me parece que son muy seguidos.

Alá que lo tiene todo escrito, anoche, me dio la respuesta. A la medianoche, horario en el que me debería estar durmiendo, la señora de arriba, la bebedora, quiso secar las cortinas.

En un extremo está quien lava y seca su ropa al sol...del otro lado yo con mi lavasecarropas. En el medio...el Koh-i-nor. Supe tener uno. Centrifugaba como ninguno...pero había que saber acomodar la ropa para que balanceara.

Parece que las cortinas no fueron colocadas de la manera adecuada y el aparato empezó a zarandearse que era un contento. Previamente hubo una discusión porque la dueña de casa quería enchufarlo en el balcón, como siempre, y su invitado insistía en que no había ficha alguna...que debía usar un alargue. Lo insultó y lo echó. No se fue. Afortunadamente estaba cerca y la ayudó a sujetar el electrodoméstico cuando éste empezó a moverse como un robot de película de ciencia ficción.

Luego de escurridas las cortinas, era menester colgarlas. Algo se perdió y se culpaban mutuamente. A eso de la 1.00, ignoro el motivo, nuevamente el caballero fue objeto de un hostigamiento increíble. Jamás me animaría a repetir los diálogos en este lugar.

La última vez que miré el reloj eran las 3.35...siguieron un rato más y no sé como terminaron...al fin me dormí.

Anteriormente, ante una circunstancia similar, llamaba ofreciéndome a pedir ayuda a la policía o subía para ver qué pasaba...pero ya no confío en mi poder de persuasión.

A las 7.00 sonó mi despertador. El rayito de sol que entraba por un hueco de la ventana trajo la luz a mi casa. Levanté el teléfono y la llamé. (El número está pegado al lado del aparato).

Atendió con una inconfundible voz de sueño mezcla con resaca. Sin ensayo, arrojé una frase entera sorprendiéndome por la extraña lucidez que me invadía. Y la recuerdo textual: señora, son las 7.00 de la mañana; supongo que tiene sueño...pues yo también. Debido a su comportamiento de anoche, me fue imposible dormir hasta pasada las 3.30 por lo que ahora tenemos el mismo sueño...pero yo me tengo que levantar mientras usted puede seguir descansando hasta mediodía. No creo que eso sea justo...por favor...esta noche intente comportarse o por lo menos descontrolarse en un horario adecuado para personas que todavía trabajamos. Y, de ser posible, no arroje tantos improperios sin fundamentos a sus visitantes...suelo pensar que necesita ayuda para deshacerse de ellos. Hice una pausa y me aclaró que el señor de anoche es un gran amigo, muy bueno, un pan de dios y que no sabe lo que le pasó. Prometió no volver a incurrir en la misma acción. Ignoro si será capaz de honrar su palabra.

Se que no es la solución. Pero me supo un poquito a una tonta venganza. Es de necios disfrutarla...pero saben hace cuantas noches no logro dormir como corresponde? Si no es la policía es algún objeto contundente cayendo en el toldo de la planta baja o son simplemente sus gritos en el balcón...pero siempre ocurre algo que altera lo que debería ser un sueño placentero.

En este momento sólo quiere meterme en la cama, taparme y soñar que el edificio fue abandonado y nadie me va a despertar. Quizás piensen que pido poco....pero no se equivoquen...estoy pidiendo algo de cordura...y siento que la estoy perdiendo!!!!!

María, esperando dormir de un tirón...