Un cuento chino
Si tuviera que decir primero lo bueno y después lo malo de la puesta...me quedaría en la mitad...no hay nada que no sea BUENÍSIMO en la obra.
Para no quedar fuera de lugar, pregunté si era necesario llevar un niño para acudir a la función. Se que no me entendieron de entrada la pregunta...aclaré y me contestaron que era para toda la familia. Fui.
Mucha gente haciendo cola. Justo delante mío, un niñito que, para entretenerse, decía la biografía exacta y detallada de cada personaje de la tira Mafalda. Llegué cuando hablaba de Libertad. Decía pasatiempos, cosas que le gustaban, que odiaba, amigos, apellido y narraba alguna escena. Así se pasó por todos...Manolito, Felipe, Susanita. Me sorprendió lo de los apellidos. Un pequeño genio.
Llegaron las 17.00 y entramos al auditorio del Parque Chacabuco. Hermoso lugar.
Casi normalmente, al inicio de las funciones de teatro se solicita apagar los teléfonos celulares y, en algunos sitios, se advierte que 'si van a comer caramelos, pélenlos a todos ahora'...como una manera de pedir silencio para la concentración del actor.
En esta función no pasó eso...el silencio se fue poblando de risas y carcajadas de grandes y chicos que desde el inicio disfrutamos del programa.
Cuestión que un día, en el reino de Chin Chin, el malo roba los zapatos del dragón y encierra a otras deidades en sendas vasijas y se apodera del trono del reino. Pasan 15 años y la joven Lili es informada de su verdadera identidad, es la princesa que debe hacer justicia, y parte a vivir la aventura de poner orden en el lugar.
Surca mares y desiertos, escala montañas, lucha con la guardia imperial hasta que...bueno...este fue el adelanto. Vayan un Domingo al auditorio del Parque Chacabuco y disfruten de la historia completa. Les garantizo que se van a divertir y podrán disfrutar de la magia de Lucia Baya Casal, Gerardo Pori Porión, Lautaro Ostrovsky, Federico Chaina, Leonardo Quiroz, Lucas Kohan, del grupo Los Goliardos. Son lisa y llanamente buenísimos...hacen de todo...y bien. Nos vienen a recordar que los niños entienden una historia bien contada y no deben ser tratados como tontos, pues no lo son, son solamente niños creciendo, aprendiendo y enseñando.
Mi niña interior se divirtió mucho y desea que quien llegó hasta acá se anime a ir. Si tienen niños...BIEN...sino...TAMBIÉN!!!!!!
Es a la gorra...es decir...cada uno le pondrá su precio. Cuando le toque el turno, meta la mano en el bolsillo guiado por el corazón...
María, no se precisa ser niño para divertirse...
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