Nada del amor me produce envidia
GRAN trabajo de María Merlino en La Carpintería.
Como siempre, voy a sorprenderme...no leo nada de la obra para que el asombro se sienta libre de salir. En la antesala un joven ofrecía discos...supuse que iba a ser un musical. En el centro de la escena una máquina de coser Singer, como la de mi madre y un maniquí...sin ningún parecido familiar.
Las luces se ponen tenues y de pronto el tiempo retrocede y nos deja ubicados en algún año de las décadas del 30/40. Una costurera con almohadilla llena de alfileres atada a la muñeca, aguja e hilo prendidas de la ropa y empieza a desgranarse la historia.
Mientras cosía, cantaba canciones de su actriz/cantante favorita...Libertad Lamarque, comparando las conductas, honrosas o no, dependiendo de su parecido con el comportamiento de aquella novia perfecta que enamoró a todos los actores desde la pantalla grande.
Toda la libido puesta en el arte de unir telas para formar prendas, la muchacha en cuestión nos hace cómplices de la situación excepcional que le ocurrió cuando por la puerta de su taller entra quien ella siempre admiró...y de como es curiosa la manera en la que ocurren las cosas...pues apenas recuperada de ese encuentro se produce otro que la lleva al momento de tomar una decisión, que la obliga al desenlace que ni les pienso contar para no arruinarles el suspenso.
Gran trabajo de María Merlino, insisto...composición impecable para una obra que se robó los aplausos de la platea repleta del teatro.
María, después de haber escuchado tanta canción bonita...comparto una de mis favoritas. La tarde fue un poco gris...pero de ganas de llorar NOOOOOOO...pero es bella...
P/D2. Además de llevarse como recuerdo un gran momento, seguramente algo de lo que recibirán en la entrada les será de mucha utilidad. :)
Etiquetas: La carpintería
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