Puntos cardinales, brújula, compás...

Cada uno elige la manera de orientarse y encontrar el camino. En mi cuarto, la luz de la tele me indica de qué lado de la cama estoy durmiendo, hago un mapa en mente, deduzco y sé que de que lado debo bajar. Bueno, el reflejo de esa luz en la ventana me trajo algunos inconvenientes, pero desde que tengo las cortinas, el margen de error es menor.

En las gloriosas épocas en Santiago, un programa recurrente era pasear por Parque Arauco. El tema es que, distraídas mirando vaya a saber qué cosa, nunca sabíamos donde estábamos. La manía de repetir locales no nos hacía muy fácil la orientación en el momento de salir. De pronto todas las escaleras mecánicas iban en el sentido contrario al que nosotras necesitábamos, los locales que más o menos ubicábamos se repetían y no era el lugar que pensábamos, caminábamos en círculos sin darnos cuenta, hasta que un día descubrimos LA puerta que era capaz de sacarnos de ese laberinto: al costado del único local de Guante, una puerta nos llevaba a la playa de estacionamiento lindante con la parada del metro bus. A partir de ahí todo fue más fácil...sólo era cuestión de caminar hasta encontrar el local y estábamos afuera.

Hace unos días me reí mucho de toda esa historia cuando ví en plena avenida Santa Fé, un local en remodelación. Saben qué decía el cartel? Proximamente GUANTE!!!! Y se abrió!!!!! A partir de ahora, cada vez que pase por ahí sentiré que estoy cerca. No se de qué, pero de algo estaré cerca con seguridad.

Y si, hay gente que sigue el sol para orientarse, los quiero ver en un día nublado. Otros tienen una brújula o compás. Otros preguntan. Otras...buscan Guante. Tory, qué época, no?

Está bueno saber que independientemente de donde estamos ahora, siempre hay algo que nos orienta. Así como la Meca es hoy para los musulmanes su norte, me da alivio saber que no importa donde me encuentre, con sólo buscarte te voy a encontrar. A esta distancia está bien, ni tan cerca, ni tan lejos...sé que te llego extendiendo mi mano. GRACIAS!!!!! Acordate, quereme cuando no lo merezco porque seguramente es cuando más lo necesito.

María, encontrando el rumbo...

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