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jueves, septiembre 22, 2005

Empezó la primavera... 

Y qué mejor programa que ir a ver jugar a mis compañeros de trabajo al football? Zafé un par de semanas...me llegó la hora.

A las 12.30 partí rumbo a la cancha. Los primeros 5 minutos fueron de pura emoción: caños, goles, quiebres de cintura, precisión…parecía un Fla-Flu. Pero me dio culpa, dejé de ver a los 10 habilidosos practicantes del jogo-bonito y fui a ver EL partido.

La primer jugada que presencié lo tuvo a Sebi como protagonista: recibió la pelota pasada la mitad de la cancha, giró 90° y remató con todas sus fuerzas. Si, si, giró 90°, pateó a la cancha de al lado…pero con mucha fuerza, eh?
El partido fue desparejo. Pero desparejo de verdad…un equipo de 6 contra uno de 5…y ganó el equipo con menos integrantes...en fin…cosas del destino.

Confirmé mi teoría: hay gente que consume alucinógenos y cuenta partidos que no existieron. De las hazañas que citan habitualmente, en este partido…ninguna. Recuerdan a Pascualito Rambert haciendo una publicidad, jugando un partido con Dios? Al decir de la dirección que tomaron la mayoría de los remates al arco, todos estaban jugando con alguien que moraba las alturas.

Pero no quiero ser mala, más aún siendo ignorante de este deporte. Debo decir que por suerte no había cerca una comisión de defensores de los derechos humanos…una orden de arresto pesa sobre Sebastián…fusiló a un par de arqueros.

Esto ha sido todo…quizás haya una próxima vez para mi…vi un equipo de veteranos ocupando la cancha después de las 13.10 que fue bastante entretenido..

María
P/D. Falto magia, faltó precisión, faltaron goles...faltó Tito…