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domingo, febrero 12, 2012

Memoría de un gesto (nada extraño) 

Melisa Hermida tiene ese no se qué que le imprime a sus obras...una especie de marca de agua que se ve desde todos los ángulos.

Afortunadamente pude asistir nuevamente a Memoría de un gesto en Timbre 4. Una historia loca en época de la guerra fría. Una pareja de agentes en increíbles misiones. Un patinador ruso que pide asilo político, se le asigna una agente de campo y así empieza la historia. Un primer ministro que tranquilamente podría ser líder de Control o del Recontraespionaje. Galo, el que se ocupa de la logística de los agentes, con una risa de locura nos provoca a todos. Nadie se puede tomar en serio las situaciones...y creo que eso es lo que la hace más graciosa todavía. ¿Y qué sería de espionaje sin el amor o sin un triángulo amoroso?
Música, libro, luces, actuaciones...todo para hacer que el disfrute de la historia sea completo. Incluso la emoción aparece en medio de todo eso.

Los invito a verla...un rato antes de la medianoche de los Sábados. Tiene de todo...la van a pasar bien.

María, todo tiene un final...aunque no se sabe el color.