ppo p

domingo, febrero 17, 2008

Si bastaran unas declaraciones... 

Con profunda ignorancia expreso que pensé que el tema era más complicado. Alguna ausencia a clases o simplemente limitación de mi parte, hacen que me parezca rara la situación.

Cuando hablamos de Sealand surgió el tema de las condiciones que debe cumplir un territorio para ser considerado país.

Los diarios del finde acercaron a mi la posibilidad de incluir Kosovo como país si jugamos al Tuti Frutti. Atrás quedaron los clásico "Kenia o Kuwait"...y llevarse 5 puntos cada uno. No, no, ahora los avezados pueden poner Kosovo y presumir. Ojo, también se que existe Kazajstán...pero siempre dudo de como se escribe y no quiero ser vetada por burra.

Hasta donde se, la provincia Serbia quiso ser independiente, consultó con USA y algunos países de Europa. Por alguna razón que aún ignoro éstos dijeron si, quiero y zas...tenemos un país más en el viejo continente.

Espero que no se transforme en moda, sino, en cualquier momento Corrientes o la mismísima ciudad de Esquina, toman los colores de Carú Curá, perdemos una provincia, pero América toda gana un estado.

Pensar que vi un montón de películas sobre guerras para lograr la independencia y recién ahora me entero que sólo basta la voluntad popular.

¿Será todo como parece o es simplemente el inicio de algo mucho más oscuro? ¿Tendrán petróleo o agua dulce que le pueda interesar al gran país del norte?

Viéndole el lado positivo, en la división de bienes, posiblemente le queden menos jugadores de football a Serbia y Montenegro y le podamos ganar en otro mundial.

María, conociendo la expresión "no dar puntada sin hilo"...algo se traen entre manos estos.
P/D. Por favor, si algún habitante de esa zona está en nuestro país, avisen y filmamos una película como la de Tom Hanks (La terminal).



Tiene 20 años y ya está cansado de soñar.
Pero tras la frontera está su hogar,
su mundo y su ciudad.

Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal
algo que nunca puede detener sus ansias de volar.

Libre como el sol cuando amanece, yo soy libre
como el mar.
Libre como el ave que escapó de su prisión y puede al fin volar.
Libre como el viento que recoge mi lamento y mi pesar,
camino sin cesar de tras de la verdad y sabré lo que es al fin la libertad.

Con su amor por bandera se marchó cantando una canción,
marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó.

Y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí brotaban sin cesar.

Etiquetas: