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jueves, diciembre 21, 2006

Traiciones, internaciones, papelones 

No he recibido muchas traiciones en la vida, pero una recurrente: los nervios. Si, me traicionan, me aparecen de pronto y provocan comportamientos inesperados.

Hace poco más de 13 (trece) años recibí una llamada: Mai...me traés una muda de ropa? Vine a hacerme el monitoreo y me dejan internada...ya estoy casi en fecha...capaz nace ahora.

Si contesté, no me acuerdo. Corté. Abrí el ropero. Alcancé a manotear un camisón sin estrenar y una toalla, bajé los 7 pisos por la escalera (el ascensor funcionaba, pero parece que me había olvidado como llamarlo...no sé...los nervios volvieron a traicionarme) y me tomé un taxi.

Aparecí en la sala. Le di la ropa y me quedé en el cuarto. Tardaba en salir. Preocupada le dí un pequeño golpe a la puerta. Del otro lado sólo se escucharon improperios. Traté de calmarla...en vano. Cuando abrió la puerta la escena era dantesca. Le había llevado un camisón...como llamarlo..."juvenil"...se entiende? Un osito en la panza era lo que lo adornaba. Y cortito además. Se la imaginan a la parturienta con eso? Por suerte con la toalla se podía cubrir algo más. Creo que me siguió insultando, sin aceptar mis explicaciones. No era culpa mía...me puse nerviosa y no pensé. Al final la chiquita no nació ese día, para la siguiente internación ya contaba con el ajuar completo y no hubo problemas.

Dí por terminado el incidente. Qué error el mío. Pasaron varios años. Una noche me tocó hacer a mí la llamada. No era un parto, pero necesitaba de una muda de ropa.
Presta me alcanzó lo necesario: camisón y ropa interior. Desde esa noche hasta el día siguiente, periódicamente aparecía algún médico a revisarme. Levantaba la bata, miraba y se iba. A la tarde siguiente, ya casi recuperada, reparé en el "detalle". Me había llevado una bombacha que me había dejado Papá Noel en alguna visita. Muy linda...rosa...con un muy lindo bordado...la palabra "Felicidades" con una letra que parecía fileteada. O sea, durante todo el día, cada vez que un médico me revisaba se encontraba con la palabra en hilo de seda...Felicidades. Pedí casi a gritos la externación. Supliqué. No se si estaba recuperada, pero el bochorno sufrido era superior a cualquier otra precaución. Hasta el día de hoy jura que no se dió cuenta.

Como si fuera el juego del teléfono descompuesto, la historia fue sufriendo algunos ajustes. Cuando mi Tutu la cuenta, la palabra no era "Felicidades" sino "Bienvenido". No, no, no, si eso llegaba a ser verdad, la muerte se hubiese apiadado de mí y me tendría a su sombra.

Esta tarde surgió el tema con amigas: cuando se perdió la sana costumbre de tener una muda de ropa impecable, sin uso, a estrenar, guardada en un cajón del ropero, con expresas instrucciones de usar "cuando venga el médico"? Mi madre la tenía, calculo que mis tías también. Por qué no seguimos la tradición? Deberíamos. Y además, se podría incluir algo para la higiene también. Pregunto, si los maridos ven TODOS los días cuando se peinan y/o afeitan, el desodorante que usan las esposas, por qué pasan por la farmacia y compran uno HORRIBLE que huele a violetas o rosa mosqueta o frutas cítricas o algo peor. No se dan cuenta que sus esposas no huelen a "eso"?

A partir de ahora, propongo que tengamos en un lugar "a mano" en el ropero, un pequeño bolso con un camisón, ropa interior decente, nuestro propio desodorante y un frasco de Ambré de Watteau...no sea que por ser proactivos se caigan con un Heno de Pravia.

María, intentando estar preparada para TODO...sin haber sido scout, eh?
P/D. Me alegró saber que ya estabas en tu casa...esta ves no fue...la próxima seguro...a seguir intentando...pero pará...hoy no...descansá.
P/D2. Ya tenés la respuesta a la pregunta del Miércoles? No era tan dificil. Pensá.
P/D3: Mañana no habrá posteos...la causa es más que justa: lady's night...voy a salir con ahijada favorita, mi Tutu, haremos compras, cenaremos en un lindo lugar y luego un show más que esperado... ;)



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Lo importante no es llegar
Lo importante es el camino
Yo no busco la verdad
Sólo se que hay un destino

Y eso que llevas en tu corazón
Y eso que llevas ahí
Y eso que llevas en tu corazón
Quizás también te hará reír

Lo importante es amar
Tan inmenso es el abismo
Lo importante es desear
Y no ser un muerto-vivo

Cabalgué solo en la oscuridad
De las crinas de un caballo malo
Te di amor hasta el fondo del mar
Y lloré entre las flores de Mayo

Sólo una oportunidad
Sólo hay un solo tiro
Yo nací en una ciudad
De allí también son mis hijos

Y eso que espera en tu corazón
Y eso que espera salir
Y eso que espera en tu corazón
Tal vez un día te hará feliz

Conocí una muchacha de miel
Con aceros reforzó la casa
No dejó entrar a nadie después
Sin querer me devolvió mi alma

Lo importante no es quedar
Que todo pende de un hilo
Lo importante somos vos y yo
Y el amor que construimos

Y eso que llevas en tu corazón
Y eso que espera salir
Y eso que sangra en tu corazón
Confiá también te hará feliz

Canción canción canciones de liberación.

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