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miércoles, agosto 23, 2006

Quiero creer!!! 

En un mundo donde la tendencia es hacer todo rápido (lectura veloz, comida rápida, etc., etc), cuando puede llevarme adoptar una nueva creencia? Un mediodía digamos? Y si...quería comprar algo interesante para leer, pasé por Distal Libros, (perdón Favio...no llegué a Yenny) le dí una mirada a la mesa de saldos y me quedé con lo que a partir de ahora es mi libro de cabecera. Por $11,90 encontré todas las explicaciones: la cábala o cabalá...según sea el autor.

Normalmente úsamos la palabra "cábala" casi como sinónimo de superstición. Recuerdo aquel mundial en que nos dejaron afuera...(no...no digo los del 1974, 1982, 1994, 1998 ó 2002...hablo de éste de recién...el de Alemania)...con cada uno con los que vi un partido de la selección, algo tenía como "cábala": la manera en que nos sentábamos dispuestos a la mesa, la ropa interior (no me consta que sea siempre la misma), tomar la misma marca de cerveza, ver el mismo canal, putear el mismo jugador (acá no se si era cábala o qué: puteábamos a todos por igual, creo), bueno, ese conjunto de folklore extraño que nos acompañó, siempre pensábamos que era una cábala...pero no era. Había sido que la cábala está compuesta por dos elementos: la fe y la razón. O sea, Riquelme pateaba los tiros de esquina porque se tenía fe y pensaba que podía hacer un gol olímpico, aunque la razón le indicó que NUNCA logró ni estar cerca de esa jugada, se va entendiendo la diferencia?

De paso cañazo, entedí porqué "mi" número favorito de los últimos años es el 8 (oooochooo). Al principio pensé que era para hacer causa común con Riverito (pelado con un rulo; a mi ya me empezaron a aparecer los rulos...por algo se empieza), pero no, no era por eso sino porque el oooochooo significa "entendimiento, intelecto, saber" y, si algo me falta últimamente es justamente eso: entendimiento, intelecto, saber.

Ahora viene la parte más importante: tanto en el colegio católico como en la universidad judía a los que asistí, nos dimos por enterados que Dios le dió los mandamientos a Moisés en el monte Sinaí. Y hasta este momento yo creía que eran 10...bastante difíciles de cumplir algunos, pero sólo 10. Bueno, no es así...en realidad son 613 (seiscientos trece)...si, si, como están leyendo. Que se olviden que los podamos recordar, mucho menos cumplir...con razón tanto pecador en la tierra.

Algo que me gustó mucho también, es el tema del aura. Dice que es campo de vibración energética que emana la materia, por ende las personas. A partir de ahora, si alguien quiere dejar al novio/a y no sabe como...muy fácil...manifiesten que su aura no es compatible con el vuestro y todo arreglado.

Un tema medio complicado de aceptar: re-encarnación. Hay diferentes tipos de almas: las almas positivas pueden adoptar cualquier forma...planta...animal...mineral o persona...y lo hacen con el simple objetivo de guiar al resto de las almas a alcanzar la superación. Puedo no comulgar con esto? Puedo no confiar en mi helecho para encarar mi crecimiento espiritual? Con el debido respeto...se me permite ignorar la influencia de los gatos de mamá? Me miran con mala cara...significará algo?

Y como corolario: los 5 (cinco) pasos para lograr la sabiduría. Sólo 5 (cinco) y no parecen ser tan complicados:
1 - El silencio
2 - Escuchar la propia respiración
3 - Recordar
4 - Trasladar esos recuerdos a los conflictos
5 - Compartir esto con los demás.

1 - Empecé a practicar. Busqué el silencio. Unos minutos lo logré...pero a la señora de arriba se le cortó la luz y no tenía pilas. Se asomó por el balcón gritando que le robaron las pilas. (Es la misma señora que cada noche denuncia el hurto de $40).
2 - Escuché mi propia respiración...pude hacerlo porque estoy resfriada y la congestión se escucha hasta en el ascensor.
3 - Recordé...pero recordé cada cosa que mejor pasar al siguiente tema.
4 - Y si lo que recordé son conflictos? Eso sería el uroboro: serpiente que se come su cola...o sea...sin salida.
5 - Lo estoy compartiendo...

Luego vienen los mantras. Ensayé uno que me dió resultado: subí al ascensor y me paré detrás de un joven. Le miraba la espalda mientras repetía "mirame, mirame, mirame, mirame". Al cabo de unos segundos el flaco se dió vuelta y me dijo "no apretaste el número de ningún piso...donde bajás?". ME HABLÓ!!!! Dió resultado.

Quizás para ustedes esto sea poca cosa, pero para mi significó que, si pude aprender esto mientras tomaba un café en Aroma, a los chantas esos que aparecen en la tele no les lleva mucho más que mediodía prepararse, no? Háganme el favor...

María, filosofía de $10 y zapatillas de goma y cuero...