Cambiar el pasado
Noche mágica y especial por varios motivos. Noche de teatro.
Las luces se apagan, mientras busco los anteojos empiezo a escuchar un parlamento el algo que parecía ruso. Pensé que me pasaban esas cosas que suelen verse en películas fantásticas en las que un personaje se olvida del idioma y no entiende nada. Casi me empiezo a asustar cuando me percaté que, al igual que en alguna otra película del mismo canal, comprendo perfectamente el ruso. Era una mujer de vestido negro que pedía, suplicaba e imploraba desde la frialdad de un cuadro.
Tranquilos, ni me olvidé del idioma, ni entiendo ruso...es que el personaje hablaba en ruso...pero era tan buena su actuación...que sin entender el idioma...todos sabíamos, o intuíamos, lo que ahí se decía.
Luego se despoja del hermoso traje negro y anuncia el final de su carrera artística y el inicio de una nueva vida en que quería ser feliz, haciendo lo que siempre quiso: ser bailarina.
Obviamente, empezar a estas alturas no era tarea fácil. Seguramente habiendo empezado antes, en el pasado, todo hubiese sido diferente. Me empieza a contar parte de su historia. Momento, no es que estuviera yo sola en el teatro...pero es que me sentía que me hablaba a mi...y seguramente mi amigo Willy sentía que le hablaba a él y así casi todos en la sala.
Con un cambio de luces o con un gesto diferente esta muchacha nos transportaba al pasado, al deseo, al consciente, al subconsciente. Por fin tuvo rostro esa voz que a veces se nos mezcla en nuestras conversaciones a solas con una misma. Puede ser un extraño, podría ser Chejov. Podría tratar de ayudarnos a entender el pasado, podría ayudarnos a actuar una escena. Podría ser real...podría no serlo.
Un escenario desnudo que fue contagiando ese despojo al alma de los 2 personajes que terminaron mirándose a los ojos, compartiendo una vida...quizás...en el más allá...en ese lugar donde pueden tener en común esa pasión extraña por el sufrimiento.
Excelente texto de Ivonne Fournery y María Marchi, dirección de Ivonne y protagónico de María Marchi y Hugo Cosiansi.
Afortunadamente pudimos saludarlos a la salida y agradecerles el inmenso placer que significó disfrutar la obra.
Queda un jueves más en La comedia. DEBEN ir. Es un espectáculo de los que no hay...de los que llenan el alma...de los que enseñan.
María, ubicando a Violeta al lado de Jazmín!!!
P/D. Ivonne, gracias por la invitación. Un lujo y un placer verla.
P/D2. Mi amigo Willy me regaló una planta...el jazmín ya no tiene la responsabilidad de ser el único representante de la flora en la casa. GRACIAS!!!!
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