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viernes, marzo 05, 2010

Fuego entre mujeres... 

Desde el día del estreno de ART que tengo como pendiente ir al Petit Tabarís a ver Fuego entre mujeres. Toda la semana intenté comprar entradas entrando a www.plateanet.com con el mismo resultado: TERMINAL EN CIERRE.

Cansada, ayer llamé al número que aparece en la página. Prometieron revisar el tema y reconocieron que no habían vendido ninguna entrada por internet para ver esa obra. Se lo comenté a Mónica Salvador, una de las protagonistas de la obra, quien en menos que canta un gallo me pasó los datos del productor. Llamé y en 5 minutos tenía solucionado el tema: en la boletería del teatro me esperaban las entradas...a un 50% de su valor.

Cualquiera diría 'Argentina año verde'...y si...eso sentí además de agradecimiento.

Llegué con la obra apenas empezada. El comedor más kitsch que alguien podría imaginar. Manteles de plástico comprados en Colombraro, ausencia total del minimalismo y tonos pasteles, paredes de leopardo, fotos de Sandro por todos lados y hasta un altar para el ídolo, con entradas de antiguos conciertos y hasta un autógrafo.

Todo esto para contar la historia de una familia algo disfuncional. 3 generaciones de mujeres unidas por algo más que la sangre: la pasión por Sandro. Un solo masculino: Gitano, el perro. Por momentos estuve segura que el director, José María Muscari, anduvo por la casa de una de mis tías. De ahí pudo haber tomado de idea del altar.

Divertídisima como todo absurdo; Irma Roy, Mónica Salvador y Dalma Maradona componen a ese trío maravilloso que no le teme a decir lo que sienten. No puedo contar detalles del argumento porque me gustaría que fueran. Sólo les digo que la escena del final es para una foto...esa sonrisa dice todo.

En la esquina de Corrientes y Esmeralda me la crucé a la señora Irma Roy esperando un taxi. La felicité por la obra. Me preguntó cuando había ido a verla. Le dije que hacía un rato, que había estado en la función de las 21.30...aunque confesé que llegué unos minutos más tarde. Muy amable la señora me contó de qué me había perdido...una escena chiquita con la entrada del personaje de Luisa...nada más.

Resumiendo: una obra para ir a ver...las risas están garantizadas.

María, disfrutando de un finde que acompaña climáticamente...