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martes, abril 28, 2009

Aranjuez 

Siempre pensé que Joaquín Rodrigo no necesitó componer nada más después de haber dado al mundo el Concierto de Aranjuez. Al visitar el lugar me di cuenta que le habrá salido casi naturalmente recorriendo las calles de la ciudad.

Ideal para un último día de viaje. Tan solo recorrer el Palacio Real lleva un par de horas. No por nada fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

El río Tajo pasa por el centro y hay un crucero para conocer los jardines y los secretos de la ciudad. Vi la plaza de Toros, el mercado de Abasto, y la Plaza Mayor.

No entiendo nada de arquitectura, pero se presiente una perfección en el trazado de sus galerías que, mirando desde un extremo, parecen confundirse con el infinito. La recorrí 2 veces y volví a Madrid cuando caía la noche. Tenía una mochila que preparar.

María, todas las versiones del concierto me gustan, elegí ésta al azar...



De 20090411_Aranjuez